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Los países más pobres del mundo deben acompañar con apoyos a las empresas dinámicas y generadoras de empleo para contribuir al fin de la pobreza


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2018/041
Los países más pobres del mundo deben acompañar con apoyos a las empresas dinámicas y generadoras de empleo para contribuir al fin de la pobreza
El Informe sobre los Países Menos Adelantados 2018 examina el emprendimiento

Geneva, Suiza, 20 noviembre 2018

Desde el Afganistán a Zambia los Gobiernos de los países más desfavorecidos del mundo deben priorizar el emprendimiento dinámico y poner en práctica políticas que ayuden a esas empresas a prosperar, crear puestos de trabajo, innovar y transformar la economía, según el Informe sobre los Países Menos Adelantados 2018, titulado “Emprendimiento para la transformación estructural”, que hoy publica la UNCTAD.

En el Informe, cuyo subtítulo es “Más allá de los métodos habituales”, se examinan las condiciones para la creación y el crecimiento de empresas de alto impacto en los países menos adelantados (PMA), que es un grupo de 47 naciones que engloba a la mayoría de los países del África Subsahariana, algunos países asiáticos y varios Estados insulares. Los países del grupo reúnen las condiciones para acogerse al trato preferencial previsto en varios acuerdos mundiales de comercio y de cambio climático debido a las desventajas crónicas que hacen que figuren entre las naciones más pobres del mundo.

Según Mukhisa Kituyi, Secretario General de la UNCTAD, “el Informe propone que el Estado adopte una postura más activa para que se geste un emprendimiento local que sea dinámico y transformador”. Asimismo, alentó a los responsables políticos a “valorar los beneficios del emprendimiento” y señaló que el Informe “hace una contribución inestimable a los esfuerzos para generar valor añadido en la implementación por los países menos adelantados de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.

En el Informe se apunta a que varias características estructurales de las economías de los PMA tienden a debilitar el emprendimiento y el crecimiento de las empresas, como unos recursos financieros limitados, una infraestructura insuficiente, la falta de instituciones, la pobreza, los frenos al empoderamiento de la mujer, los elevados costos registrales y unos elevados riesgos políticos, económicos y ambientales. Como consecuencia de ello la mayoría de las empresas de estos países son microempresas y pequeñas empresas; el 58% de las empresas formales tienen como máximo 20 empleados.

En el Informe se señala que un gran número de personas en los PMA se ven forzadas a emprender por necesidad una actividad de bajo valor y pequeña escala. El emprendimiento adopta predominantemente la forma del trabajo por cuenta propia (que representa el 70% del empleo total), así como de microempresas y pequeñas empresas del sector informal con pocas posibilidades de supervivencia y crecimiento y una escasa propensión a innovar. Las pequeñas empresas representan el 58% de todas las empresas de esos países.

En el Informe también se saca a relucir que la gran mayoría de los emprendedores de los PMA lo son “por necesidad”. En los PMA hay, por término medio, hay 1,7 más emprendedores tempranos que se definen a sí mismos como “motivados por las oportunidades” que los que afirman serlo “por necesidad”, mientras que en los otros países en desarrollo la cifra es de 2,8.

En el Informe se afirma además que los Gobiernos de los PMA deberían centrarse en estimular a los empresarios y las empresas establecidas que aprovechan las oportunidades con el fin de crear productos y servicios innovadores, mayor empleo y empresas dinámicas que crezcan gracias a una dinámica transformadora y que generen un efecto de propagación en toda la economía.

Fomentar el tipo de empresas que resultan decisivas para una radical transformación económica implica superar los métodos habituales de crear y habilitar un entorno propicio para los negocios, corregir los fallos del mercado y brindar apoyo a las pequeñas empresas.

Según el Dr. Kituyi, “es muy importante que en el Informe se exhorte a los países menos adelantados a que no obvien el papel fundamental y complementario que desempeñan las grandes empresas, junto con las medianas y pequeñas empresas, cuando lo que se persigue es formular una estrategia intencionadamente encaminada a fomentar un tipo de emprendimiento con impacto”.

En el Informe se señala que, si bien es cierto que al menos 20 de los 47 PMA tienen una política industrial nacional que articula en diferentes grados la interfaz entre el emprendimiento y la transformación estructural, en la actualidad se presta mucha menos atención a los factores determinantes del emprendimiento.

En el Informe se preconiza, asimismo, un “Estado desarrollista” renovado que se implique con inversiones transformadoras y orientadas por misiones concretas, en las que participe el sector privado y que se inscriban dentro de una visión estratégica que trace una ruta clara hacia el desarrollo.

Los responsables políticos deben prestar un apoyo adaptado al ciclo de vida de las empresas (arranque, ampliación de escala y madurez) con arreglo a criterios de selección objetivos y vinculando unas recompensas, ventajas e incentivos claramente explicados y por tiempo limitado a sus resultados. Las políticas de fomento del emprendimiento también deben alentar los vínculos entre empresas de distintos tamaños, grados de madurez y sectores, por ejemplo, a través de los clusters de empresas y el establecimiento de redes y alianzas empresariales que permitan la llegada de un flujo constante de nuevas ideas a las empresas durante todo su ciclo de vida y posibiliten un crecimiento dinámico.

Es preciso prestar mayor atención al desarrollo de las cadenas de suministro nacionales, dado que la vinculación de los PMA con las cadenas de valor mundiales no ha supuesto un impulso importante para el desarrollo de las empresas locales.

La coherencia y la coordinación entre la política de fomento del emprendimiento, la política industrial, la política para las zonas rurales y la política de ciencia, tecnología e innovación también son cruciales, como lo es también el desarrollo de las habilidades empresariales en el sistema educativo.

En el Informe, por último, se señala la necesidad de un planteamiento pragmático, estratégico y evolutivo con el fin de incrementar las capacidades del sector público, acometer las reformas institucionales adecuadas a nivel local, seguir creando centros de excelencia, promover el aprendizaje en materia de políticas y ofrecer a las coaliciones para el cambio un acompañamiento de apoyo.