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Las islas remotas del pacífico necesitan el comercio para sobrevivir – 15 años del sistema aduanero automatizado


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2016/078
Las islas remotas del pacífico necesitan el comercio para sobrevivir – 15 años del sistema aduanero automatizado

Geneva, Suiza, 20 diciembre 2016

​Reunido con otros oficiales de aduanas en una sala de las Naciones Unidas en un gélido día de invierno europeo, Ben Malas se encuentra muy lejos de su hogar en Vanuatu, un archipiélago tropical del océano Pacífico formado por 83 islas que se extienden sobre una superficie equivalente a la de Francia.

Él y sus colegas, procedentes de Fiji, las Islas Salomón, Papua Nueva Guinea y Samoa, también han llegado lejos en otro sentido. Hace 15 años, introdujeron el sistema aduanero automatizado de la UNCTAD (SIDUNEA), por el que se informatizaron los procedimientos aduaneros.

Este programa informático permitió reducir las formalidades de despacho de aduana de una media de 35 a menos de 10. También uniformó los procedimientos y facilitó el comercio en la región del océano Pacífico y con Australia y Nueva Zelandia.

“El SIDUNEA ha facilitado realmente el comercio; nos ha ayudado a conectarnos en la región”, afirma el Sr. Malas, director del Servicio de Aduanas y Administración Tributaria de Vanuatu, quien señala que la recaudación de impuestos también ha aumentado.

“Los ingresos empezaron a aumentar cuando pasamos del sistema manual al automatizado, y han seguido aumentando desde entonces”, añade, y afirma que los ingresos adicionales han ayudado a los Estados insulares a financiar ellos mismos el SIDUNEA.

Las naciones del Pacífico recibieron el SIDUNEA como una ayuda externa, y en 2001, deseosas de hacerlo más sostenible, se hicieron cargo del programa. Con los conocimientos y la experiencia adquiridos desde entonces, están dispuestas a ayudar a islas más pequeñas para que se unan al programa.

Las principales exportaciones de Vanuatu, que con una población de 250.000 habitantes es una de las mayores naciones insulares del Pacífico, son la copra (un producto del coco utilizado para la fabricación de aceite de coco), los granos de cacao y la carne de vacuno. Para el Sr. Malas, el comercio es fundamental para la supervivencia de su país.

“Somos islas remotas y aisladas, por lo que debemos importar todos los productos que necesitamos para sobrevivir”, afirma.

La supervivencia puede requerir también artículos de asistencia humanitaria. Situadas en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una cadena volcánica de 40.000 km de longitud, Vanuatu y las demás islas de la región están expuestas a la actividad volcánica, a terremotos y tsunamis, así como a ciclones estacionales esporádicos.

ASYREC, módulo independiente diseñado con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, facilitará, en caso necesario, las importaciones de artículos de asistencia humanitaria sin permitir la entrada de productos no deseados.

No obstante, lo que más parece impresionar al Sr. Malas son los efectos en la corrupción.

“Es un sistema, un sistema automático, y no se puede corromper el sistema”, explica.