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Las políticas gubernamentales siguen orientándose a la promoción de las inversiones y la liberalización, con mayor énfasis en la regulación, dice un informe de la UNCTAD


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2014/022
Las políticas gubernamentales siguen orientándose a la promoción de las inversiones y la liberalización, con mayor énfasis en la regulación, dice un informe de la UNCTAD

Geneva, Suiza, 24 junio 2014

​Según el World Investment Report 20141  (Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2014, de la UNCTAD, la mayor parte de las medidas de inversión adoptadas por los gobiernos en 2013 fueron favorables a la liberalización y a la promoción de la inversión extranjera, mientras que la legislación internacional sobre las inversiones muestra tendencias divergentes. Además, algunos países se dicen preocupados por las desinversiones o buscan promover la repatriación de las inversiones exteriores de sus empresas transnacionales.

El Informe, subtitulado subtitulado Investing in the SDGs: An Action Plan (Invertir en los ODS: un plan de acción), trata principalmente de la canalización de las inversiones hacia objetivos de desarrollo sostenible, como la reducción de la pobreza, la inclusión social y el cambio climático.

El monitoreo de las políticas realizado por la UNCTAD muestra que en 2013 las políticas nacionales de inversión continuaron orientándose a la promoción y la liberalización de las inversiones. Al propio tiempo, la proporción general de políticas reguladoras o restrictivas de la inversión aumentó de nuevo, pasando del 25 al 27% (gráfico  1). La mayor parte de los políticas de liberalización se registraron en países de Asia y afectaron mayormente a la industria de telecomunicaciones y al sector energético. Entre las nuevas restricciones y regulaciones introducidas figuran varios casos de proyectos de inversión extranjera que no fueron aprobados.

El Informe constata también que algunos gobiernos están preocupados por las desinversiones de empresas extranjeras. Algunos países, afectados por la crisis económica y por la tasa persistentemente alta de desempleo, imponen nuevas condiciones para aprobar las relocalizaciones y los despidos de personal. Además, algunos países de origen de las inversiones han empezado a promover la repatriación de las inversiones exteriores de sus empresas transnacionales.

Los gobiernos recurren frecuentemente a los incentivos como instrumento de política para atraer la inversión, a pesar de las persistentes críticas que afirman que este instrumento es económicamente ineficaz y da lugar a asignaciones inadecuadas de los fondos públicos. Según el estudio de la UNCTAD, en 2013 más de la mitad de las nuevas medidas de liberalización, promoción o facilitación estuvieron relacionadas con la concesión de incentivos a la inversión.

Un reciente estudio de la UNCTAD sobre los organismos de promoción de las inversiones llegó a la conclusión de que los incentivos a la inversión están centrados en su mayor parte en objetivos de crecimiento económico, y menos en el desarrollo sostenible. Si bien los incentivos a la inversión pueden utilizarse como un instrumento de promoción de objetivos de política pública —que de por sí son beneficiosos— tales como la creación de empleos, la transferencia de tecnología, la investigación y el desarrollo, la generación de exportaciones y los enlaces con empresas locales, la vinculación de los planes de incentivación de las inversiones con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se fijarán en 2015 haría de esos planes un instrumento de política más eficaz para subsanar las deficiencias de los mercados y ofrecería una respuesta a las críticas formuladas contra el modo en que se han utilizado tradicionalmente los incentivos. Además, el Informe sostiene que los gobiernos deberían evaluar cuidadosamente sus estrategias de incentivación y reforzar sus prácticas en materia de seguimiento y evaluación.

En el plano internacional, en el año 2013 se observó una dicotomía creciente en la negociación de tratados de inversión. Después de varios años de descenso, el ritmo de concertación de nuevos acuerdos internacionales de inversión (AII) se ha acelerado (gráfico  2). Con la adición de 30 nuevos tratados bilaterales de inversión (TBI) y de 14 "otros AII", al final del año el régimen mundial de AII sumaba un total de 3.240  acuerdos (gráfico 2). Entre los países que se mostraron particularmente activos concertando TBI en 2013 figuran Kuwait (7), Turquía y los Emiratos Árabes Unidos (4 cada uno), Japón, Mauricio y la República Unida de Tanzania (3 cada uno). Al propio tiempo, un número cada vez mayor de países en desarrollo de África, Asia y América Latina se están desentendiendo  del régimen de AII.

La tendencia al aumento de la celebración de tratados se manifiesta en un mayor dinamismo (más países participan en rondas de negociaciones cada vez más rápidas) y en una profundidad y amplitud crecientes de las cuestiones abordadas. Hoy en día, los negociadores de AII adoptan enfoques cada vez más novedosos respecto de las disposiciones vigentes de los AII (como la inclusión de aspectos vinculados al desarrollo sostenible y disposiciones que aportan una dimensión liberalizadora a los AII y/o refuerzan ciertos elementos de protección de las inversiones), y añaden nuevos temas a la agenda de la negociación.

Gráfico 1: Cambios en las políticas nacionales de inversión, 2000-2013
(En porcentaje)
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Fuente: UNCTAD, Investment Policy Monitor.

Gráfico 2: Tendencias en el número de AII firmados, 1983-2013
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Fuente: UNCTAD, base de datos AII.