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Pese a su considerable potencial, la colaboración tecnológica Sur-Sur no se aprovecha de manera eficaz


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2012/036
Pese a su considerable potencial, la colaboración tecnológica Sur-Sur no se aprovecha de manera eficaz
Informe de la UNCTAD aboga por un Pacto Sur-Sur en materia de innovación y tecnología para promover una colaboración eficaz

Geneva, Suiza, 31 octubre 2012

Según el informe de la UNCTAD, el aumento de la colaboración entre los países emergentes del mundo permite prever un intercambio de tecnología e innovación particularmente adaptado a las necesidades y circunstancias de los países en desarrollo; no obstante, los países más pobres podrían quedar excluidos de este proceso prometedor.

Hoy se ha lanzado el Informe sobre tecnología e innovación 20121  de la UNCTAD, subtitulado Innovación, tecnología y colaboración Sur-Sur. En el Informe se indica que los intercambios entre países en desarrollo representaron el 55% del comercio mundial en 2010, en comparación con el 41% de 1995, y que el proceso ya está dando lugar a una difusión apropiada de tecnologías, a la transferencia de tecnología y a la creación de capacidad innovadora (véase el comunicado de prensa UNCTAD/PRESS/PR/2012/35).

El Informe pide a los países en desarrollo que aprovechen el potencial de la colaboración Sur-Sur para estimular un mayor avance tecnológico en el mundo en desarrollo mediante el establecimiento de un "marco internacional sobre tecnología e innovación Sur-Sur". Añade que es esencial que todos los países en desarrollo creen instituciones que fomenten y orienten el proceso Sur-Sur, para que contribuya a un crecimiento económico interno estable a largo plazo. Además, se sugiere que esos países aúnen sus recursos mediante un pacto Sur-Sur de innovación y tecnología, de manera que sus esfuerzos concertados y bien orientados permitan resolver algunos de los retos tecnológicos con que se enfrentan todos los países en desarrollo, entre ellos la salud pública, la seguridad alimentaria, el cambio climático y la energía.

La colaboración Sur-Sur en el ámbito de la tecnología y la innovación tiene otras ventajas que es preciso explorar. Los países en desarrollo pueden ofrecer a las naciones receptoras soluciones adecuadas a una serie de problemas porque disponen de tecnologías que quizás sean viables en otros países en desarrollo y, en todo caso, sus experiencias de innovación son muy pertinentes. Asimismo, el Informe señala la utilidad para los países pobres de tener una alternativa a ese tipo de colaboración con el Norte; ello les permite elegir entre una mayor variedad de asociados y trabajar con actores de los sectores tanto público como privado del Sur. Esta posibilidad de escoger puede ser importante, ya que permite a los países en desarrollo elegir entre diferentes condiciones de colaboración.

El Informe indica que, si bien hay un considerable potencial para aumentar la colaboración, es preciso promoverla activamente. En la actualidad, por ejemplo, los centros de poder asiáticos orientan la mayor parte de esta colaboración a otras economías emergentes como el Brasil, China y la India. Es muy probable (véase el comunicado de prensa UNCTAD/PRESS/PR/2012/35) que un número sustancial de otros países en desarrollo, y en particular los 48 países menos adelantados (PMA), queden excluidos, en gran medida por carecer de los niveles básicos de capacidad tecnológica necesarios. Por ejemplo, si las empresas de los países en desarrollo no tienen suficiente capacidad para ofrecer unos contratos de servicio atractivos (manufactura por contrata de bajo costo, mano de obra cualificada para la producción e I+D, etc.), por lo general las empresas extranjeras no tendrán incentivos de mercado para colaborar. En otros casos, los PMA pueden carecer de las infraestructuras necesarias —como centrales eléctricas fiables, o carreteras, ferrocarriles y puertos—, para una producción industrial eficiente. Esas deficiencias a menudo disuaden a las empresas de invertir en otros países en desarrollo.

El Informe insta a los gobiernos de los países en desarrollo a que procuren subsanar esta falta de capacidades. El marco que se propone pretende ser orientativo no vinculante para la tecnología y la cooperación Sur-Sur. Se presenta como un conjunto de cinco principios rectores para que los países en desarrollo puedan beneficiarse de la tendencia creciente de la cooperación Sur-Sur y lograr avances significativos hacia el desarrollo industrial.

Según los cinco principios esenciales formulados en el Informe, el intercambio de tecnología Sur-Sur debe:

• Responder a las necesidades tecnológicas de los países en desarrollo, en particular los PMA;
• Promover el intercambio de conocimientos y el aprendizaje para la creación de capacidades de innovación sobre la base de las experiencias de convergencia de algunos países, en particular las economías emergentes;
• Promover medios eficaces de aprendizaje tecnológico, en particular mediante alianzas tecnológicas e iniciativas de transferencia de tecnología;
• Hacer que la inversión extranjera directa Sur-Sur esté más orientada a la tecnología; y
• Agrupar los recursos de los países en desarrollo para hacer frente a los retos comunes de orden tecnológico.

En el Informe se propone un Pacto Sur-Sur en materia de innovación y tecnología como medio de ofrecer un apoyo institucional a tres niveles que pueda contribuir a promover la colaboración tecnológica en el Sur, a fin de que los países en desarrollo puedan hacer un esfuerzo común concertado para responder a retos comunes en materia de tecnología, como la salud pública, la seguridad alimentaria y el cambio climático.

El primer nivel sería promover el aprendizaje tecnológico entre las empresas, como complemento esencial de los actuales programas de cooperación científica y asistencia técnica Sur-Sur. El segundo nivel consistiría en promover el desarrollo empresarial y la financiación de actividades de innovación específicas que tengan especial importancia para los países en desarrollo. Por último, el Pacto podría ser una plataforma para intercambiar experiencias de innovación y fomentar el aprendizaje en la fase de elaboración de políticas.