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La inversión extranjera directa hacia los países de Asia en desarrollo cayó un 15% en 2016, pero china pasó a ser el segundo mayor inversor mundial, según un informe de las Naciones Unidas


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2017/017
La inversión extranjera directa hacia los países de Asia en desarrollo cayó un 15% en 2016, pero china pasó a ser el segundo mayor inversor mundial, según un informe de las Naciones Unidas

Geneva, Suiza, 7 junio 2017
Las entradas de inversión extranjera directa (IED) en las economías en desarrollo de Asia bajaron hasta los 443.000 millones de dólares, esto es, una contracción del 15%, en 2016, lo que supone la primera bajada desde 2012, según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2017 de la UNCTAD. Este fenómeno afectó a tres subregiones, con la única excepción de Asia Meridional (gráfico 1). Sin embargo, la mejora del panorama económico en las principales economías, como las de los países de la ASEAN, China y la India, probablemente servirá para mejorar la confianza de los inversores y respaldar las perspectivas de la región para 2017 en términos de IED.

Por primera vez, China es el segundo mayor inversor del mundo, por cuanto las salidas de IED aumentaron en un 44% y se elevaron a 183 mil millones de dólares, que es un nuevo máximo. Por el contrario, disminuyeron drásticamente las entradas de inversión procedentes de otras subregiones y de las principales economías en desarrollo de Asia. En general, las salidas de IED de los países en desarrollo de Asia aumentaron en un 7% y ascendieron a 363 mil millones de dólares (gráfico 2), impulsadas por las fusiones y adquisiciones transfronterizas llevadas a cabo por empresas chinas.

La caída en un doble dígito de las entradas de IED en Asia Oriental obedeció principalmente a una disminución de las corrientes con destino a Hong Kong (China), ya que en 2015 se elevaron a 174 mil millones de dólares y en 2016 a 108 mil millones de dólares. Las corrientes hacia China en su conjunto se redujeron en un 1% y se elevaron a 134 mil millones de dólares. Sin embargo, las entradas dirigidas a los servicios no financieros del país siguieron creciendo, mientras que la entrada de IED en el sector manufacturero acusó un cambiando al orientarse hacia los productos de alta gama. Las corrientes a la República de Corea se duplicaron con creces hasta alcanzar los 11 mil millones de dólares en 2015, desde su mínimo de 4 mil millones registrado en 2015, debido a que se mantuvo la fortaleza de las fusiones y las adquisiciones transfronterizas de empresas.

En Asia Sudoriental, las entradas de IED cayeron en un quinto por ciento y se situaron en el nivel de 133 mil millones de dólares. Las corrientes con destino a Singapur, que es el principal país receptor en la ASEAN, siguieron mostrando cierta atonía, situación que se manifestó en una reducción del 13%, y se situaron en 62 mil millones de dólares en 2016. En Indonesia, Malasia y Tailandia, la IED se desplomó a causa de las importantes desinversiones de las empresas multinacionales extranjeras. En Indonesia, la gran cantidad de flujos negativos registrados en el mercado de renta fija arrastró las entradas totales en el cuarto trimestre hasta un nivel bajo (3 mil millones de dólares). En cambio, fue bueno el desempeño de Filipinas y Viet Nam.

En Asia Meridional, las entradas de IED crecieron un 6% y ascendieron a 54 mil millones de dólares (gráfico 2). Las corrientes hacia la India se habían estancado en 44 mil millones de dólares. Las operaciones transfronterizas de fusión y adquisición han adquirido una importancia cada vez mayor para las empresas multinacionales extranjeras que quieren entrar en un mercado de tan rápido crecimiento como el de la India. En 2016 hubo una serie de importantes operaciones, entre ellas, los 13 mil millones de dólares desembolsados por la petrolera rusa Rosneft para hacerse con el control de Essar Oil. En el Pakistán las entradas crecieron un 56% debido a las grandes inversiones en infraestructura procedentes de China en apoyo de la iniciativa “Un Cinturón, Una Ruta”.

En Asia Occidental seguía acusándose el efecto de los bajos precios de los productos básicos y la IED se contrajo en un 2% y se situó en 28 mil millones de dólares. En particular, la Arabia Saudita acusó este impacto y la reducción de la IED fue del 8%. Las corrientes hacia Turquía se hundieron un 31% hasta situarse en 12 mil millones de dólares, ya que el fallido intento de golpe de Estado probablemente suscitó dudas sobre la estabilidad política del país.

Gráfico 1 - Países de Asia en desarrollo: entradas de IED, por subregión, en 2015 y 2016
(En miles de millones de dólares)
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Fuente: UNCTAD, World Investment Report 2017.

Gráfico 2 - Países de Asia en desarrollo: salidas de IED, por subregión, en 2015 y 2016
(En miles de millones de dólares)
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Fuente: UNCTAD, World Investment Report 2017.