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Mar Rojo, Mar Negro y Canal de Panamá: La UNCTAD alza la voz de alarma sobre las perturbaciones del comercio mundial

26 enero 2024

La organización advierte de que la creciente oleada de ataques contra buques en el Mar Rojo está añadiendo tensión a unas rutas marítimas ya afectadas por conflictos y el cambio climático.

© Shutterstock/byvalet | Un gran portacontenedores atraviesa el canal de Suez.

La UNCTAD, organismo de las Naciones Unidas para el comercio y el desarrollo, ha expresado su profunda preocupación por las crecientes perturbaciones del comercio mundial.

Afirma que los recientes ataques contra buques en el Mar Rojo, combinados con las tensiones geopolíticas que afectan al transporte marítimo en el Mar Negro y las repercusiones del cambio climático en el Canal de Panamá, han dado lugar a una compleja crisis que afecta a rutas comerciales claves.

El jefe de logística comercial de la UNCTAD, Jan Hoffmann, expuso el análisis detallado de la situación realizado por la organización en la rueda de prensa diaria de la ONU el 26 de enero. Hoffmann subrayó el papel fundamental que desempeña el transporte marítimo en el comercio internacional, señalando que es responsable de aproximadamente el 80% del movimiento mundial de mercancías.

Interrupciones en el Mar Negro y en los canales de Panamá y Suez

El Canal de Suez, una vía navegable fundamental que conecta el Mar Mediterráneo con el Mar Rojo, gestionó aproximadamente entre el 12% y el 15% del comercio mundial en 2023. La UNCTAD calcula que el volumen de comercio que atraviesa el Canal de Suez disminuyó un 42% en los dos últimos meses.

El actual conflicto en Ucrania también ha provocado cambios sustanciales en el comercio de petróleo y cereales, modificando los patrones de comercio establecidos.

Mientras tanto, el Canal de Panamá, otra arteria clave para el comercio mundial, se enfrenta a una grave sequía que ha disminuido los niveles de agua, provocando una asombrosa reducción del 36% de los tránsitos totales en el último mes en comparación con hace un año.

Las implicaciones a largo plazo del cambio climático en la capacidad del canal están suscitando preocupación por las repercusiones duraderas sobre las cadenas mundiales de suministro. La crisis en el Mar Rojo, marcada por los ataques dirigidos por los Houthi que interrumpen las rutas marítimas, ha añadido otra capa de complejidad.

Los tránsitos de portacontenedores se desploman al mismo tiempo que las tazas de flete y las emisiones se disparan

En respuesta a la crisis del Mar Rojo, los principales actores del sector marítimo han suspendido temporalmente los tránsitos por Suez.

En particular, los tránsitos semanales de portacontenedores se han desplomado un 67%. Los tránsitos de petroleros y gaseros también están experimentando descensos significativos.

Mientras tanto, los precios del transporte marítimo están aumentando. El aumento de 500 dólares en las tarifas medias de los fletes al contado de contenedores durante la última semana de diciembre fue el mayor incremento semanal de la historia.

Las tarifas medias al contado del transporte de contenedores desde Shanghai se han más que duplicado (+122%) desde principios de diciembre. Más concretamente, las tarifas desde Shanghai a Europa se han más que triplicado (+256%), mientras que las tarifas a la costa oeste de Estados Unidos aumentaron un 162%, aunque los buques de esta ruta no atraviesan el Canal de Suez.

Las primas de los seguros también se han disparado, agravando el coste global del tránsito.

Además, los buques desviados de las rutas de los canales de Suez y Panamá se ven obligados a viajar más rápido para compensar los desvíos, consumiendo más combustible por milla y emitiendo más CO2, lo que agrava aún más los problemas medioambientales.

"Aquí vemos el impacto global de la crisis, ya que los buques buscan rutas alternativas", dijo Hoffmann.

Implicaciones globales: Aumento de los precios de la energía y de los alimentos.

La UNCTAD subrayó las implicaciones económicas de largo alcance de estas perturbaciones.

Las interrupciones prolongadas, sobre todo en el transporte marítimo de contenedores, suponen una amenaza directa para las cadenas mundiales de suministro, ya que aumentan el riesgo de retrasos en las entregas y de costes más elevados.

Aunque las tarifas actuales de los contenedores son aproximadamente la mitad de las máximas registradas durante la crisis del COVID-19, los consumidores tardarán tiempo en percibir el aumento de los precios. El impacto total se hará sentir dentro de un año.

Los precios de la energía se disparan al interrumpirse los tránsitos de gas, lo que repercute directamente en el abastecimiento energético, sobre todo en Europa.

La crisis también está repercutiendo en los precios mundiales de los alimentos, con distancias más largas y tarifas de flete más elevadas que pueden traducirse en el aumento de los costes. Las interrupciones en el transporte de cereales desde Europa, la Federación de Rusia y Ucrania ponen en peligro la seguridad alimentaria mundial, afectan a los consumidores y reducen los precios pagados a los productores.

Impacto en los países en desarrollo y necesidad de una acción colectiva

"Los países en desarrollo son especialmente vulnerables a estas perturbaciones, y la UNCTAD se mantiene vigilante en el seguimiento de la evolución de la situación", declaró Hoffmann.

La organización hizo hincapié en la urgente necesidad de una rápida adaptación del sector del transporte marítimo y de una sólida cooperación internacional para hacer frente a la rápida remodelación de la dinámica del comercio mundial.

Los retos actuales subrayan la vulnerabilidad del comercio a las tensiones geopolíticas y a los desafíos relacionados con el clima, lo que exige esfuerzos colectivos para encontrar soluciones sostenibles, especialmente en apoyo de los países más vulnerables a estos choques.